Librairie Blanche

El Abanico de Lady Windermere

par Oscar Wilde

Crédits & contributions

EAN

Prix TTC

9,99

Sur commande

Titre disponible chez l’éditeur, commande possible sur demande.

Decoración: Gabinete de confianza en la casa de lord Windermere, en Carlton. Puertas en el centro y a la derecha. Mesa de despacho, con libros y papeles, a la derecha. Sofá, con mesita de té, a la izquierda. Puerta balcón, que se abre sobre la terraza, a la izquierda. Mesa, a la derecha. (LADY WINDERMERE está ante la mesa de la derecha arreglando unas rosas en un búcaro azul. Entra PARKER.) PARKER. — ¿Está su señoría en casa esta tarde? LADYWINDERMERE. — ¿Quién ha venido? PARKER. — Lord Darlington, señora. LADY WINDERMERE. — (Titubea un momento.) Que pase... Y estoy en casa para todos los que vengan. PARKER. — Bien, señora. (Sale por el centro.) LADY WINDERMERE. — Prefiero verle antes de esta noche. Me alegro de que haya venido. (Entra PARKER por el centro.) PARKER. — Lord Darlington. (Entra LORD DARLINGTON por el centro. Vase PARKER.) LORD DARLINGTON. — ¿Cómo está usted, lady Windermere? LADY WINDERMERE. — ¿Cómo está usted, lord Darlington? No, no puedo darle la mano. Mis manos están todas mojadas con estas rosas. ¿No son hermosas? Han llegado de Selby esta mañana. LORD DARLINGTON. — Son totalmente perfectas. (Ve un abanico que está sobre la mesa.) ¡Qué maravilloso abanico! ¿Puedo examinarlo? LADY WINDERMERE. — Véalo. Bonito, ¿verdad? Lleva puesto mi nombre y todo. Acaban de enviármelo. Es el regalo de cumpleaños de mi marido. ¿No sabe usted que hoy es mi cumpleaños? LORD DARLINGTON. — No. ¿Habla usted en serio? LADY WINDERMERE. — Sí, es hoy mi mayoría de edad. Día completamente importante en mi vida, ¿no? Por eso doy esta noche una reunión. Siéntese usted.